jueves, 23 de abril de 2009

Y


Me tienes atrapado, cada vez que te miro, veo una fruta, veo el verde de una pera, el rojo de una manzana, las curvas de la ciruela. Cada vez que te miro, -con hambre-, te persigo, con el cuchillo en la boca, y el tenedor en la mano.
Cuando tus manos tocan la exquisitez de tu fruta, todo suda y se derrite, caigo en la canasta, en medio del frutal.
Cuando te miro horizontal, es una "y" griega, de izquierda o derecha, el camino a seguir, si izquierda me espera un jardín, el aroma, tu fragancia; si derecha, me espera tu fuente, tu leche, tu queso, tus aguas que saben saciar mi sed.
Es el camino... lo que me antoja, recorrerlo, curvearlo, saborearlo lentamente, sin perder las estadías en tus lunares que son faros de luz.
Que el camino sea eterno, esperanzador, que me mantenga pensando que algún día, alguno, llegaré a la cima de tu cielo.

6 comentarios:

Angeles dijo...

Qué sabor!!!
Exquisita sensualidad la de este poema.
No se si recibes premios, a la derecha en mi blog ahy uno que me gustaría comaprtir contigo.
Gracias por tu magia.
Besos.

- Inés y Yo - dijo...

Hummm el vibrante anhelo que sacia al fin la sed del hambre..

gla. dijo...

Despertar la pasion de un hombre es lindo y que te lo escriba asi...hermoso.

goyo dijo...

muy bueno amigo
un abrazo

Anónimo dijo...

Ted
Eres increíblemente bueno describiendo deseos sin acercarte a la evidencia. Me encanta leerte.
Besos

Mª Teresa Díaz F. dijo...

Pura sensualidad jugando con las palabras.
UN saludo